Un duro golpe han recibido los chilenos y es que se ha producido uno de los mayores terremotos jamás registrados que ha destruido casas, autopistas y puentes en el centro de Chile, que ha ocasionado la muerte de unas 300 personas y lo que ocasionó posteriormente un maremoto que avanzaba a gran velocidad llevando todo a su paso en las costas chilenas.
El terremoto de magnitud 8,8 se llegó a sentir hasta en la ciudad de Sao Paulo, en Brasil, a unos 2.900 kilómetros al este. Aún no están claros los daños, ya que varias réplicas han sacudido al país lo que ha aumentado la catástrofe y la presidenta Michelle Bachelet ha enviado un «mensaje de tranquilidad, ánimo y esperanza» a todo el pueblo chileno, hablando por medios de radio y televisión.
«Una vez más se pone a prueba la capacidad nuestra para enfrentar la adversidad y ponernos nuevamente de pie», dijo la presidenta. Bachelet había señalado que había 214 muertos, 15 desaparecidos y un millón y medio de damnificados. Pero más tarde, la directora de la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio de Interior (ONEMI), Carmen Fernández, afirmó que las autoridades han dicho que el número de muertos asciende por lo menos a 300 personas. «Creemos que la cifra real llega a los 300. Y creemos que el número seguirá aumentando», dijo Fernández.
Según Bachelet este violento sismo afectó a Chile desde la zona norteña Antofagasta hasta la región de Los Lagos, «donde vive el 80 por ciento de la población» chilena. “Fue una catástrofe de devastadoras consecuencias», añadió la presidenta, quien dijo además: «Estamos trabajando para normalizar la situación en el país. Ha sido un sismo de tremenda magnitud y será ardua la tarea para enfrentar la emergencia y la reconstrucción», señaló.